Altea & Villajoyosa

Vamos a descubrir Altea, el pueblo más fotografiado de la Costa Blanca y otro que también está en la Costa Blanca, Villajoyosa.
Dos preciosos y atractivos pueblos que te ofrecen maravillosas vistas al mar y a la naturaleza y estrechas calles para perderte y disfrutar de la cultura y la gastronomía local.

Si te gusta ver los colores rojizos del atardecer reflejados en las olas del mar, no puedes perderte esta preciosa visita que te dejará sin palabras.

ALTEA

Descubramos Altea, el pueblo más fotografiado de la Costa Blanca. Este pueblo le dejará sin palabras gracias a su belleza y fascinación: aquí pasará entre casas y edificios blancos, callejuelas retorcidas y escaleras. Atravesando todas estas callejuelas y perdiéndose en ellas, llegará a la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo, que se alza sobre Altea: un edificio símbolo de la localidad, con un tejado de tejas azules, que crea un contraste único con las casitas y las calles blancas. Aquí podrá obtener fantásticas vistas desde el mirador de los Cronistas de España y admirar la maravillosa y animada plaza llena de tiendas. Además, no puede perderse el mirador del Portal Vell, un balcón con vistas infinitas al mar Mediterráneo y al majestuoso Peñón de Ifach.
Por supuesto, también tienes que pasear por el paseo marítimo de Altea, relajarte en sus playas y bañarte en sus aguas cristalinas.

VILLAJOYOSA

En la Costa Blanca descubriremos otra joya, Villajoyosa. Se trata de uno de los pueblos más bonitos de Alicante, cuya historia se remonta a la época romana, que regalará a todos un maravilloso día en las mejores playas, y degustando una rica gastronomía marinera. Al entrar en este bello pueblo costero tendrá la sensación de pasear por un arco iris de colores, gracias a las características casas de colores del casco antiguo. Caminando por las estrechas calles de Villajoyosa no puedes perderte el magnífico edificio del Ayuntamiento, y la Iglesia-Fortaleza de la Asunción. Además, el casco antiguo, como se puede visitar, fue el emplazamiento de las obras defensivas de los piratas berberiscos que recorrían el Mediterráneo en el siglo XVI.